OPTICA.
REFLEXION-REFRACCION
Cuando
una onda alcanza la superficie de separación de dos medios de distinta
naturaleza se producen, en general, dos nuevas ondas, una que retrocede hacia
el medio de partida y otra que atraviesa la superficie límite y se propaga en
el segundo medio. El primer fenómeno se denomina reflexión y el segundo recibe
el nombre de refracción.
El
fenómeno de la refracción supone un cambio en la velocidad de propagación de la
onda, cambio asociado al paso de un medio a otro de diferente naturaleza o de
diferentes propiedades. Este cambio de velocidad da lugar a un cambio en la
dirección del movimiento ondulatorio. Como consecuencia, la onda refractada sé
desvía un cierto ángulo respecto de la incidente.
La
refracción se presenta con cierta frecuencia debido a que los medios no son
perfectamente homogéneos, sino que sus propiedades y, por lo tanto, la
velocidad de propagación de las ondas en ellos, cambia de un punto a otro. La
propagación del sonido en el aire sufre refracciones, dado que su temperatura
no es uniforme.
En
un día soleado las capas de aire próximas a la superficie terrestre están más
calientes que las altas y la velocidad del sonido, que aumenta con la
temperatura, es mayor en las capas bajas que en las altas. Ello da lugar a que
el sonido, como consecuencia de la refracción, se desvía hacia arriba. En esta
situación la comunicación entre dos personas suficientemente separadas se vería
dificultada. El fenómeno contrario ocurre durante las noches, ya que la Tierra
se enfría más rápidamente que el aire
Reflexión
Al
igual que la reflexión de las ondas sonoras, la reflexión luminosa es un
fenómeno en virtud del cual la luz al incidir sobre la superficie de los
cuerpos cambia de dirección, invirtiéndose el sentido de su propagación. En
cierto modo se podría comparar con el rebote que sufre una bola de billar
cuando es lanzada contra una de las bandas de la mesa.
La
visión de los objetos se lleva a cabo precisamente gracias al fenómeno de la
reflexión. Un objeto cualquiera, a menos que no sea una fuente en sí mismo,
permanecerá invisible en tanto no sea iluminado. Los rayos luminosos que
provienen de la fuente se reflejan en la superficie del objeto y revelan al
observador los detalles de su forma y su tamaño.
De
acuerdo con las características de la superficie reflectora, la reflexión
luminosa puede ser regular o difusa. La reflexión regular tiene lugar cuando la
superficie es perfectamente lisa. Un espejo o una lámina metálica pulimentada
reflejan ordenadamente un haz de rayos conservando la forma del haz. La
reflexión difusa se da sobre los cuerpos de superficies más o menos rugosas.
En
ellas un haz paralelo, al reflejarse, se dispersa orientándose los rayos en
direcciones diferentes. Ésta es la razón por la que un espejo es capaz de reflejar
la imagen de otro objeto en tanto que una piedra, por ejemplo, sólo refleja su
propia imagen.
Sobre
la base de las observaciones antiguas se establecieron las leyes que rigen el
comportamiento de la luz en la reflexión regular o especular. Se denominan
genéricamente leyes de la reflexión.
Angulo critico:
El ángulo crítico o ángulo límite también es el ángulo mínimo de incidencia en el cual se produce la reflexión interna total. El ángulo de incidencia se mide respecto a la normal de la separación de los medios. El ángulo crítico viene dado por:
donde n1y
n2 son los índices de refracción de los medios con n1<
n2. Esta ecuación es una simple aplicación de la ley de Snell
donde el ángulo de refracción es 90°.
Refracción
Se denomina
refracción luminosa al cambio que experimenta la dirección de propagación de la
luz cuando atraviesa oblicuamente la superficie de separación de dos medios
transparentes de distinta naturaleza. Las lentes, las máquinas fotográficas, el
ojo humano y, en general, la mayor parte de los instrumentos ópticos basan su
funcionamiento en este fenómeno óptico.El fenómeno de la refracción va, en general, acompañado de una reflexión, más o menos débil, producida en la superficie que limita los dos medios transparentes. El haz, al llegar a esa superficie límite, en parte se refleja y en parte se refracta, lo cual implica que los haces reflejado y refractado tendrán menos intensidad luminosa que el rayo incidente. Dicho reparto de intensidad se produce en una proporción que depende de las características de los medios en contacto y del ángulo de incidencia respecto de la superficie límite. A pesar de esta circunstancia, es posible fijar la atención únicamente en el fenómeno de la refracción para analizar sus características
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